aguas del Robledo

A lo largo de nuestra historia ha habido momentos claves para agudizar el ingenio y despertar el interés de los "cebolleros", como somos conocidos los vecinos de Moralzarzal, para la recogida de aguas con que poder satisfacer las necesidades de personas y animales de ese líquido vital, y esos momentos aparecen en la vida de los pueblos y tienen un nombre que es "sequía".
El clima de nuestro entorno es el clásico mediterráneo por lo que hay ciclos de abundancia de lluvias y otros de escasez, que es cuando aparece la indeseable sequía, lo que ha dado lugar a construir infraestructuras para la captación y recogida del agua, y ejemplo tenemos con las obras realizadas en 1925 en el Valle y culminadas con la construcción del depósito de Matarrubia y una red de distribución, y es que ante la adversidad, el ingenio se despierta y se emprenden obras para solucionar esas situaciones.

Durante la última mitad del siglo XIX se produjo un ciclo de sequía que duró varios años y se ve reflejado en actas de sesiones celebradas en el Ayuntamiento, siendo la situación muy penosa en el bienio de 1871 y 1872, de manera que ello fue el estímulo para emprender el desarrollo del proyecto de la captación de aguas en el Robledo y construcción de una importante obra de traída de esas aguas hasta el pueblo, proyecto que se vio culminado en 1885.

Como consecuencia del tiempo de sequía, no era suficiente el agua de pozos y la de la fuente Vieja para el abastecimiento de personas y ganado en el pueblo. Esta fuente Vieja fue mandada construir en 1817 por Julián de Fuentes, y se surtía de un manantial de la Ladera de Matarrubia que hay cerca de la Peñota, y daba el agua por los dos caños que hay en la pilastra de la fuente de los Cuatro Caños, pero tuvo una época, en el bienio de esos años antedichos, en la que estuvo a punto de secarse, apenas daba agua, y en esas circustancias, el pueblo se preocupó por ello y en actas de sesiones del Ayuntamiento se llegó a decir que la única fuente pública estaba a punto de secarse, pero veamos a lo largo de los años las sesiones mantenidas en la Casa Consistorial relativas al tema de las aguas del Robledo a través de las actas escritas.

Y empezando por una sesión habida en 1881, vemos lo que dice el acta :
En la villa de Moralzarzal, a veinte de Marzo de mil ochocientos ochenta y uno; bajo la presidencia del Señor Alcalde D. Victoriano Gonzalez, se reunio el Ayuntamiento y Junta Municipal de asociados, cuyos individuos se anotan al margen en la Sala Consistorial asistidos de mi su Secretario, previamente citados y sabida la debida notoriedad de que previene la ley.,
y de esos individuos estaban por parte de Ayuntamiento, además del alcalde antedicho, los concejales Toribio Berrocal, Pascual Domínguez, Julián González, Francisco Morato, Antolín González y Francisco Alonso, y por parte de la Junta Municipal de asociados estaban Tomás Sepúlveda, Victoriano Barroso, Guillermo González, Agustín González, Alejandro Lázaro, Cosme Prados y Saturnino Estévez.

A continuación se muestra el comienzo del acta relativa a este asunto con la cabecera "Acta del Ayuntamiento y Junta Municipal, aprobando el presupuesto de este Distrito para 1881 á 82" y a la izquierda se ve parte de la lista de asistentes.

comienzo del acta

La Junta Municipal de Asociados era una institución formada generalmente por concejales y un conjunto de los miembros de una colectividad, en este caso vecinos, para discutir cuestiones de interés común y en su caso adoptar las decisiones oportunas, teniendo competencias sobre la aprobación de presupuestos o el establecimiento de arbitrios municipales.
Siguiendo con el acta, el Señor Secretario reunió a las personas mencionadas, por mandato del Sr. Alcalde, y se dio lectura al proyecto de presupuesto municipal para el periodo de 1881 a 1882 que ya había obtenido la aprobación en sesión del día 26 de febrero de ese año, publicándose de acuerdo a lo marcado por la ley, y se iban a oir las reclamaciones que hubiera, de manera que en el acta se lee :
En su consecuencia el Sr. Presidente declaró abierta la sesión y que iba a proceder a su discusion capitulo a capitulo, los que verificado despues de su lectura y resueltas algunas leves observaciones la Junta de asociados por unanimidad la aprobo en todas sus partes, toda vez a que no hallo razones posibles por encontrar sus partidas de gastos hecha la consignada a prevencion para la traida de aguas de Robledo arregladas a la ley y necesidades de la localidad, como tambien la parte referente a los ingresos, aceptando los medios que se propuso por la Comision que la forma para cubrir el deficit y lograr su nivelacion, toda vez a que tampoco se ha interpuesto reclamacion en contra de su contenido con lo que se dió por terminada la junta acordando se remita un ejemplar a S. E. para los efectos legales con copia de esta acta y certificacion de no adeudarse suma alguna por los debitos atrasados por no tenerlos contra sí este pueblo, firmando los que saben, de que certifico;
y vienen las firmas de los presentes en la reunión y la del Secretario José González.

El Ayuntamiento disponía desde el día 10 del mes de diciembre de 1878 de un proyecto bastante elaborado, ya que contaba con memoria y presupuesto, que era para traer las aguas del Robledo, proyecto que había sido elaborado por el arquitecto de la provincia y autorizado por el Excmo. Sr. Gobernador, pero que estaba en el limbo debido a la falta de fondos para desarrollarlo, y en esas fechas el alcalde era Toribio Berrocal.

En 1882 hubo sesiones del Ayuntamiento en las que se habló de la escasez de agua, como en la celebrada en el mes de noviembre y se lee en el acta que corresponde a la sesión de ese mes, que se encabeza como Sesion ordinaria del 25 de Noviembre, y empieza con : En la villa de Moral Zarzal á veinticinco de Noviembre de mil ochocientos ochenta y dos bajo la Presidencia de D. Antolin Gonzalez, con mi asistencia, se reunieron en la Sala consistorial los Sres que al margen se espresan, y despues de leida la anterior, fue aprobada.
Al margen constan los asistentes, que empezando por el Sr. Alcalde, Antolín González, sigue con los concejales Victoriano González, Julián González, Francisco Morato, Cosme Prados y Ángel Balandín, y Victoriano Barroso.
Sigue el acta diciendo lo malo del tiempo por la sequía y se lee :
Seguidamente por el Sr. Alcalde se manifesto que debido á la sequia de la Estacion: se hallaba escasisimo el pueblo de la agua para abastecer el consumo de los hogares y en que beber los ganados por encontrarse con muy poco caudal la unica fuente pública y que teniendose formado el estudio y presupuesto para la traida de aguas desde Robledo ya hacia algun tiempo, conbenia inpulsar el espediente para lograrlo, si bien estaba en suspenso por falta de medios; pero que hoy podrian allegarse imponiendo un arbitrio sobre los zaborros y demas desperdicios de las canteras que extrajeran de la juridicion.

Sigue el acta y consta en ella que se acordó que para el primero del mes siguiente de diciembre se convoque a la Junta municipal y al Ayuntamiento para que se pueda discutir suficientemente esa idea de sumo interés general y se acuerde lo más conveniente, y cerrando la sesión con otro tema, se procedió a la firma del acta, siguiendo las firmas de los asistentes.

firmas del acta


Como consecuencia del acuerdo tomado en la sesión celebrada el día 25 de noviembre de 1882 expuesta sobre estas líneas, en diciembre se celebró la reunión y del acta correspondiente sacamos que la cabecera de ella dice así :
Acuerdo del Ayunt.to y asociados sobre creacion del arbitrio p.a la traida de las aguas de Robledo.
Como todas las actas comienza diciendo la fecha, y se lee en ella : En la villa de Moralzarzal a primero de Diciembre de mil ochocientos ochenta y dos bajo la presidencia del Sor. Alcalde D. Antolin Gonzalez y previa la oportuna citación con la devida anticipación se reunieron los Srs. Del Ayunt.to y asociados que al margen se espresan en la Sala Consistorial asistidos de mi su Srio. y después de leida la anterior que fue aprobada se hizo presente que la junta tenia por objeto para conocer el clamorio general del vecindario, discutir medio o forma de ver como se allegaban los recursos para poder impulsar la traida de las aguas de Robledo y que se abasteciese la poblacion, ...
y continúa diciendo que debido a la sequía de la estacion no hay suficiente agua para el consumo de los hogares y del ganado y que por la escasez de la fuente pública, que está casi a punto de secarse debido a la falta de lluvias y que de seguir así habrán grandes trastornos durante la primavera y verano próximos causados por la falta de un artículo de tanta necesidad.
De lo hablado en la reunión, se acordó por unanimidad crear un arbitrio municipal consistente en cobrar dos pesetas por cada mil quinientos kilos o su equivalente de ciento treinta @ (arrobas), aproximadamente, sobre los zaborros y demás desperdicios o desechos de todas las canteras de piedra que se hallen dentro de la jurisdicción, asi como de gorrones y demás clases de cantos que se encuentran en los terrenos comunales abiertos que se extraigan o conduzcan fuera del término para edificar y otros usos a que indistintamente se aplique dentro del mismo, con la única excepción que dispensar del pago a los vecinos establecidos en la localidad, bien porque lo necesiten para construcciones que realicen ellos o para reforma de sus tapias, cuya recaudación se efectuará en precio alzado por remate público y con las demás condiciones que fije el Ayuntamiento, cuidando el municipio de velar con toda presteza el expediente instruido de la traída de aguas, según el presupuesto que hace ya algún tiempo realizó el arquitecto que practicó el estudio sobre el terreno y con el objeto de que esta decisión y medio que se propone merezcan la debida autorización del Sr. Gobernador, formulando inmediatamente una solicitud en que asi se pretende. Con lo que se dio por terminada la sesión que firman los concurrentes y que certificó el Sr. Secretario, apareciendo las firmas de los presentes, como se muestra.

firmas del acta


Hubo una sesión ordinaria el día 23 de diciembre de 1882 celebrada bajo la presidencia del Sr. Alcalde D. Antolín González, a la que asistieron seis concejales, que fueron Victoriano González, Julián González, Francisco Morato, Cosme Prados, Ángel Balandín y Victoriano Barroso, que aprobaron el acta de la sesión anterior una vez leída, se vieron varios temas referentes al ferrocarril de Villalba al Berrocal, y pasando al tema referente a la traída de aguas del Robledo, se lee en el acta : Igualmente se les dio cuenta de otra orden del propio Excmo. Sr. Gobernador, del doce del actual, por la que se sirve prestar su asentimiento al arbitrio que se propuso sobre los zaborros, deshechos y desperdicios de canteras y demas clase de piedra que se utilicen de este termino jurisdiccional como medio de allegar recursos para la traida de aguas de Robledo que abastezcan la poblacion.
Sigue el acta diciendo que teniendo en cuenta que el surtido de aguas potables para el vecindario se hace cada vez más apremiante puesto que las aguas de la única fuente pública son cada vez más escasas, eso impulsó el que se realizase el estudio con la memoria y el presupuesto descriptivo del coste de la obras por el Sr. Arquitecto Provincial aprobado por el Sr. Gobernador, que no ha podido realizarse por falta de fondos, y acuerdan que siendo un recurso nuevo y no hay datos para hacer un cálculo con el que fijar el tipo para la subasta, de momento se cree una comisión formada por el Alcalde, Antolín González, el Procurador, Cosme Prados y el Secretario, Ángel González, para cobrar, mientras no se disponga otra cosa, dos pesetas por cada 1500 kilos de zaborros, desperdicios y deshechos de piedra de las canteras que se encuentran dentro del término del pueblo, que se extraigan o conduzcan fuera del término para edificar, ya sean vecinos o forasteros los porteadores o sociedades que los utilicen. Por consideración a los habitantes del pueblo se cobrará solamente una peseta por los 1500 kilos de esas piedras que se destinen para la construcción, y no habiendo otros asuntos que tratar se levantó la sesión firmando las personas mencionadas más arriba y el Sr. Secretario D. Ángel González.
Ya se tenía oficialmente un recurso para obtener ingresos con los que poder empezar las obras de traída de aguas del Robledo, pero había que iniciar dichas obras.

A lo largo de los meses, siguen más sesiones que se celebran en la Casa Consistorial referidas al tema relativo a la obra de traída de aguas del Robledo, y en la celebrada el día diez y siete de febrero de mil ochocientos ochenta y tres, bajo la presidencia del Señor Alcalde D. Antolín González, asistidos por el Sr. Secretario, se reunieron los Señores del Municipio, que dice el acta anotados al margen, y una vez leída el acta anterior, que fue aprobada, después de tratar el asunto de las listas de las elecciones se pasó al tema del Robledo.
Tambien se hizo presente por el Sr. Alcalde la conveniencia que habra de resultar al vecindario de poner en curso el espediente que se tiene iniciado tiempo ha, sobre la traida de las aguas potables de Robledo, para abastecer a la poblacion para no esponerse a los grandes perjuicios que se preveen por la sequia que hace tiempo se esperimento en el próximo verano, y no dar lugar tampoco á que por la escasez de los manantiales que actualmente surten la única fuente, suceda lo que en la anterior, habida consideracion á que tanto la Memoria descriptiva de las obras como el presupuesto de su coste y condiciones facultativas y económicas, se formó convenientemente por el arquitecto de la provincia, a fines de 1878 y se autorizó para llevar a cabo la subasta por el Excmo. Sr. Gobernador de la Provincia, en 10 de Diciembre del mismo año, pero que su realizacion ha estado en suspenso por falta de fondos hasta ahora, debiendo a la vez llamar la atención del Municipio, lo util que seria sustituir la tuberia de barro que propone el Sr. Arquitecto, por la de hierro atendiendo á que asi la obra tendria mayor solidez y duracion, para lo cual podia pedirse a dicho Arquitecto hacerse en los estudios esta variación.
Continúa el acta diciendo que los señores del Ayuntamiento, una vez enterados de los expresado por el Sr. Alcalde, acuerdan que el arquitecto haga la variación por considerar que la tubería de hierro es más resistente, aún a sabiendas de que aumente el coste del presupuesto, y que la Alcaldía anuncie el día que ha de hacerse la subasta. Se dice que en la actualidad no existe en fondos municipales la cantidad suficiente ni con mucho para sufragar su coste pero que podrá reunirse próximamente si se realizan cuantos descubiertos se adeudan al fondo municipal por ingresos no realizados y que la suma recaudada de la expropiación forzosa hecha por la vía férrea de Berrocal de terrenos comunales se destine a este fin, y lo que produzca el arbitrio creado sobre los desperdicios, zaborros y demás piedra que se extraiga y otros productos eventuales, se pueda llegar hasta conseguir el importe total, y de no ser bastante, apelar al patriotismo del vecindario para que contribuya en su caso con un repartimiento vecinal en lo que falte, y lo firman los dichos señores presentes, que eran D. Antolín González como presidente y los concejales Victoriano González, Julián González, Francisco Morato, Cosme Prados, Victoriano Barroso y Ángel Balandín junto con Ángel González, el Secretario.
Se levantó la sesión previamente a la firma de los antedichos señores y seguidamente se ve parte del acta en la que consta lo de la vía del ferrocarril del Berrocal a Villalba.

parte del acta


Como consecuencia del cambio de la conducción a tubos de hierro, hubo una subasta y en la prensa de esa época se ha visto que se hizo eco de ese tema, de modo que en el periódico "La Correspondencia de España" del lunes día 2 de abril de 1883 se da la noticia de dicha subasta a celebrar el próximo día 15 de ese mes, mostrándose seguidamente ese anuncio.

noticia del subasta


En el acta de la sesión ordinaria celebrada en el ayuntamiento en julio de 1883 se lee que En la villa de Moralzarzal, a catorce de julio de mil ochocientos ochenta y tres; bajo la Presidencia del Señor Alcalde D. Alejo Antonio Maya, asistidos de mi su Secretarrio, se reunieron en la Sala Consistorial los Señores del Ayuntamiento que al margen se espresan y fueron además del Alcalde, Casto Guerra, Eusebio González, Ramón González, Ángel Balandín, Victoriano Barroso y Cosme Prados. Se trataron varios asuntos y el que nos interesa relativo al Robledo dice así : Tambien se resolvió que existiendo gran número de ladrillos pertenecientes al comun de vecinos, de los que se habian ido acopiando para la obra de la traida de aguas, no considerandose ya necesarios por haberse sustituido la tuberia de barro por la de hierro, se den al vecino que lo solicite por el precio de cuatro pesetas por cientos pagadas en el acto, y si algun forastero lo reclamase, á diez y ocho reales.
Se trataron otros temas y se acabó levantando la sesión tras firmar los mencionados sobre estas líneas.

En el Diario Oficial de Avisos de Madrid, edición del día 21 de agosto de 1883, está inserta la noticia de que se informa al Sr. Gobernador de que procede la aprobación de la subasta verificada por el Ayuntamiento de Moralzarzal de las obras necesarias para proveer de aguas a dicho pueblo, siendo ese Diario el equivalente hoy día al Boletín Oficial del Estado.

En el acta de la sesión que se expone seguidamente, se da a conocer el nombre del contratista, y comienza el acta diciendo :
En la villa de Moralzarzal, a diez y siete de Noviembre de mil ochocientos ochenta y tres; bajo la presidencia del Sr. Alcalde D. Alejo Antonio Maya, se reunieron en sesion ordinaria los Señores del Ayuntamiento que al margen se espresan, y habiendo sido leida la anterior, fue aprobada. Acto seguido se les dio cuenta haberse recibido el expediente instruido para la traida de aguas que abastezcan la poblacion, y aprobada por S. E. la Subasta de las obras rematada a favor de D. Victor Santos, de que quedaron enterados, acordando se oficie á la Alcaldia de Colmenar Viejo, domicilio del rematante para que se lo haga saber, á fin de que cumpla con las condiciones establecidas.
Los señores que al margen se expresan son los mismos que los dichos en el acta anterior de 14 de julio de 1883, y después de tratados otros temas relativos a la subasta de pastos de la Ladera de Matarrubia y la Dehesa Nueva así como de los exámenes de la escuela, y no quedando más asuntos a tratar, se levantó la sesión y firmaron los reunidos.

Seguidamente se muestra el principio del acta con la fecha, los nombres de los señores del Ayuntamiento reunidos y el nombre del contratista.

principio del acta


Ahora sigue un acta de problemas relativos a la construcción de las zanjas de la conducción de las aguas, y empieza :
En la villa de Moralzarzal, a veinte y uno de junio de mil ochocientos ochenta y cuatro; bajo la presidencia del Sr. Alcalde D. Casto Guerra, y asistidos de mi su Secretario se reunieron en sesion ordinaria los Señores del Ayuntamiento que al margen se espresan, que son los mismos nombres de los vecinos que ahora son concejales y en el acta de la sesión anterior expuesta eran concejales, cambiando solamente el alcalde, que es Casto Guerra, anteriormente concejal.
Se trataron varios asuntos y del relativo a la traida de aguas dice lo siguiente : Asi mismo se les hizo presente que segun los datos recogidos del perfil formado por el Arquitecto para la traida de aguas, se hacia imposible la formacion de zanjas por la profundidad que de ellos aparecia, atento lo cual resuelven. Se conferencia con dicho Sr. Arquitecto, hasta poner en claro estos puntos y verificado que se encargue de la direccion de los trabajos que han de ser por prestacion vecinal a persona competente para ello.
Fueron informados por el Sr. Secretario de una comunicación de la Administración relativa a cédulas personales, y sin haber otros asuntos de que dar cuenta, se levantó la sesión firmando los que saben y certifica el Secretario D. Ángel González Solís.

Ahora veremos el acta de una sesión correspondiente a la reunión celebrada en el mes de octubre de 1884, en la que se muestra que todavía no han empezado las obras, aunque se acuerda convocar una próxima junta para tratar de la colaboración del vecindario, mostrándose a continuación parte del acta donde se ve la fecha y el comienzo de ella.
El acta comienza diciendo Sesion ordinaria del 4 de Octubre y sigue con la exposición de lo hablado en la reunión :
En la villa de Moralzarzal á cuatro de Octubre de mil ochocientos ochenta y cuatro; bajo la presidencia del Sr. Alcalde D. Casto Guerra, asistidos de mi su Secretario, se reunieron los Señores del Ayuntamiento cuyos nombres al margen se espresan, y habiendose leido la anterior fue aprobada; Acto continuo el Sr. Presidente les hizo presente la necesidad que habia de proceder a la apertura de la zanja para la traida de aguas desde Robledo que abastezcan la poblacion por la prestacion vecinal á que está comprometido el pueblo, para cuyos trabajos precisaba adquirir herramientas y elegir una persona perita y de conocimientos suficientes para que los dirigiera con acierto ya que la obra por su interes y capital que ha de emplearse deberá hacerse con la necesaria premeditacion y acierto: En cuya virtud por los Señores concurrentes se resuelve que para decidir con acierto este asunto se convoque a la Junta municipal á sesion extraordinaria para el nueve del actual á las diez de su mañana en la Sala Consistorial en cuyo acto se discutira lo mas conveniente.

Y hasta aquí lo relacionado con el Robledo en esa sesión , tratándose seguidamente de la fiesta de Ntra. Señora del Rosario y las tres corridas de novillos a celebrar en la plaza del pueblo, y tras tratarse otro asunto, se levantó la sesión, firmando los que saben y el Sr. Secretario certificó y firmó.

Ya se está más cerca de verse materializado el comienzo de las obras, y en el acta que sigue se ve una estrategia de llevar a cabo esa labor con la recomendación hecha al contratista para dar comienzo a su trabajo, escoger a un director de obra, los fondos con que se cuenta para adquirir herramientas así como formar brigadas de vecinos para hacer las zanjas.
Además de constar en el acta la fecha de la sesión extraordinaria, nueve de Octubre de mil ochocientos ochenta y cuatro, y de los señores de la Junta de asociados y del Consistorio, reunidos bajo la presidencia del alcalde D. Casto Guerra, se muestra seguidamente el comienzo de dicha acta.

principio del acta


Que continúa con lo que se expone seguidamente :
... y teniendo en cuenta lo resuelto por el municipio en la que precede, se les hizo presente que el objeto de esta acta se referia á que la Junta decidiera la forma como habia de hacerse la apertura de la zanja para la traida de aguas desde Robledo que abastezcan la poblacion, por ser ya de urgente necesidad y que el contratista Victor Santos comience las operaciones que estan á su cargo, bien por medio de lotes o ya por brigadas como crea mas conforme, y que precisaba tambien designar la persona perita, practica y de conocimientos suficientes que dirija los trabajos por no ser conveniente dejarlos á la eventualidad un asunto de tanto coste para los fondos municipales y de sumo interes local permitiendose indicar que la Alcaldia ya ha iniciado algunas gestiones con Don Mateo Lopez por suponerle con la suficiente aptitud para desempeñar este cargo y mostrandose propicio para verificarlo. La Junta municipal prevenida de lo expuesto por el Sr. Presidente de unánime conformidad acuerda : Que la mencionada apertura de la zanja cree debe abordarse por medio de brigadas del vecindario en numero de diez á quince personas diarias por suponerse que la operacion se hara de este modo con mas igualdad entre todo el vecindario, dando principio el trece del actual, formándose a efecto para ello el oportuno padron adquiriendose por cuenta de los fondos municipales todas las palas, picos y demás herramientas que se necesite sin perjuicio de que el Contratista lo abone en su deber por hallarse obligado á ello por las condiciones del contrato; y que teniendo la indicacion del Sr. Presidente, se encargue de la direccion de los trabajos D. Mateo Lopez por creerle con suficientes conocimientos para llevar á cabo las obras con la suficiente solidez, percibiendo de los fondos municipales siete pesetas cincuenta céntimos diarias que es el haber á que en último caso se ha conbenido, con cargo al capitulo de obras públicas del presupuesto.
Con lo que se dio por terminada esta sesión firmando todos los señores asistentes junto con el Sr. Secretario José González.

Las obras no tardaron ni una semana en comenzar a partir de esa última sesión de principios de octubre de 1884, y se ve en el acta de la habida unos meses más tarde, sesión extraordinaria mantenida el día doce de mayo de 1885 que presidió Casto Guerra, que era el Alcalde, con los mismos concejales que intervinieron en la junta celebrada el día 17 de noviembre de 1883 expuesta líneas arriba, y figura que dijo el alcalde :
Que segun consta á la Corporacion, en trece de Octubre último se dió principio por el vecindario a la apertura de zanjas y demas excavaciones necesarias para la traida de aguas a esta poblacion, cuyos trabajos hubo necesidad de suspender en veintitres de Diciembre siguiente sin terminarse por completo, en vista de la apatia y abandono con que el Contratista D. Victor Santos se conducía, a pesar de haberle dirigido la Alcaldia en dos del mismo mes una comunicacion manifestandole que de no dar principio á las operaciones que son de su incumbencia en termino de segundo dia, se continuaria por cuenta de la fianza que tiene prestada y demas bienes de su pertenencia ...
A continuación se muestra la parte del acta en la que se puede ver parte de lo dicho sobre estas líneas.

parte del acta


Con la actitud del contratista las cosas no iban como se deseaba en el pueblo, y se trata en la reunión de hacerle responsable de los daños y perjuicios, advirtiéndole que se continuaría por cuenta de la fianza que tiene prestada y demás bienes de su pertenencia, pero a pesar de la actitud de Santos, el vecindario ha continuado de nuevo los trabajos a partir del 22 de abril, rectificando el trazado y arreglando los daños causados por el agua durante el invierno, y se expresa que los vecinos lo han hecho con gusto y ya se ha terminado la apertura de las zanjas.
Además se dice en esa reunión que el contratista no ha suministrado las herramientas necesarias para las excavaciones, lo cual consta en uno de los artículos de las condiciones del contrato, y se ve que hoy no tiene absolutamente operario alguno para la construccion de targeas, arquetas y colocacion de tubería, siendo de necesidad poner coto a semejante negligencia, pues de continuar asi, es seguro que los trabajos practicados volveran a destrozarse teniendo que hacerlos por tercera vez y sufriendo por lo mismo gravísimos perjuicios : En su consecuencia los Señores del Ayuntamiento bien enterados de lo espuesto por su Presidente, y considerando que el Contratista ha faltado abiertamente á las prescripciones de los artículos cuarto y treinta y cinco referentes a la obligacion que le imponen, el primero de proporcionar cuantas herramientas han sido necesarias para abrir las zanjas, y el segundo de dar por conclusas las obras en el término de tres meses, ocasionando por lo tanto grave detrimento a los intereses de la localidad y teniendo en cuenta tambien que de consentirle en el apático abandono en el que tiene la prosecucion de las obras no solo redundaria en menos cabo de los intereses de la población sinó que las aguas no llegaran a ella en el próximo verano, pudiendo con esto sufrir considerablemente la salubridad pública en atencion á que por lo escasas que son las de la fuente actual en esta estacion llegan á su salida con malos olores, produciendo resultados nada favorables á la higiene, á evitar lo que es el aumento del alumbramiento de las proyectadas, de unánime conformidad resuelven : Se haga saber al contratista D. Victor Santos que si en el improrrogable término de tercero dia no da principio á la continuacion de los trabajos que se hallan a su cargo, tanto de confeccion de targeas, como arquetas, deposito y colocacion de cañería de hierro con estricta sujeccion a las condiciones del contrato y resolucion aclaratoria del Sr. Arquitecto Provincial del cuatro del actual, con el número suficiente de operarios inteligentes en la materia; el Ayuntamiento haciendo uso de las atribuciones que le conceden las condiciones décima primera y décima sétima de las económicas proseguira las operaciones por cuenta de la fianza que tiene prestada y demás bienes que se le conozcan, haciendole responsable de cuantos desperfectos se ocasionen en las zanjas por su descuido, y advirtiéndole que todos los trabajos habrá de darlos definitivamente concluidos en el plazo de cuarenta dias.

Con lo que se ve en esta acta, siguen los problemas, siendo una obra en la que el pueblo tenía puesta entera ilusión, dada la escasez de agua que sufría el vecindario y su ganado.

Hubo otra sesión el día seis de junio de mil ochocientos ochenta y cinco presidida por el alcalde Casto Guerra en la que los asistentes oyeron lo dicho por el Sr. Alcalde Que siendo no solamente muy costoso sino pesado atendiendo a las circunstancias de la Estación el que los carreteros de este pueblo bayan a Valdemorillo a por la cal para la obra de la traida de aguas, sería conveniente que el Ayuntamiento ajustase el porte con los de aquella localidad abonándose su coste de fondos municipales y estando conformes los señores del Municipio, así lo acordaron.
Seguidamente se muestra el principio del acta correspondiente a esa sesión del seis de junio de 1885.

principio del acta


En la sesión mantenida el veintiseis de julio de mil ochocientos ochenta y cinco en la Casa Consistorial bajo la presidencia del nuevo Alcalde, D. Pascual Domínguez y con la asistencia de los señores concejales D. Luciano Balandín, D. Demetrio Pérez, D. Casto Guerra, D. Eusebio González y D. Ramón González, se trató el asunto relativo al Robledo y se lee en el acta : Asi mismo acordaron autorizar a Don Mateo Lopez Ortega, Director práctico de las obras de traida de aguas a esta poblacion, adquiera el plomo necesario y demas útiles para la terminacion de los trabajos y que toda vez á que la obra es de gran importancia se haga un nuevo arbol para su salida en la fuente procediendo con la mayor urgencia a subastarse la saca de piedras para el mismo y su labra, abonándose todo de fondos municipales, colocandose en el arbol una lápida con la inscripción del margen.
Y al margen de la hoja del acta se ve escrito lo que decía esa inscripción :
A expensas de los fondos municipales, con la celosa cooperación del Ayuntamiento y prestación del vecindario, debido a la constante perseverancia de Don Angel Gonzalez Solís, se trageron estas aguas de los manantiales de Robledo = Año de 1885

Y en ese "árbol", que es el frontispicio o fachada en el que hay dos caños para la salida de agua, se encuentra la lápida de mármol con la inscripción dicha, y es curioso ver que en el acta consta la palabra expensas y en la lápida está grabado espensas, lo que se puede comprobar visitando la fuente que se encuentra cercana a la iglesia en la plaza del Caño, mostrándose seguidamente lo escrito al margen de la hoja del acta.

inscripción


Nuestro pueblo siempre ha sido muy taurino y como tal veamos el acta de la sesión celebrada el día nueve de agosto de 1885, cuando llegó el tiempo en que se acabó la obra y se iba a inaugurar la fuente como colofón de los trabajos realizados durante unos años con un gran esfuerzo y generosa participación de los vecinos, sesión celebrada con los mismos representantes del Ayuntamiento que en la sesión del día 26 de julio anterior, y en ella se lee :
Seguidamente el Sr. Presidente hizo uso de la palabra manifestando : Que hallandose terminadas casi completamente las obras de la traida de aguas á la población convenía fijar el día que habia de tener lugar la inauguracion de las mimas, sobre cuyo acontecimiento llamaba la atención de la Corporacion, acerca de que ya que su realizacion habia sido tan pesada y costosa para los vecinos de la localidad y teniendo en cuenta la espontaneidad con que todos estos habían contribuido para su confección, procedía solemnizar el acto con algunas fiestas y cumplir la oferta que el Municipio tenia hecha á sus administrados de darles un toro en recompensa de los sacrificios que con el mayor gusto habian hecho para llevar a feliz término la realización de una obra que ha de colmar al pueblo de inmensos beneficios nó solo en la presente época sino tambien en las venideras.

Continúa el acta diciendo que los Señores del Ayuntamiento, de conformidad con lo expuesto por el Sr. Alcalde, acuerdan que la inauguración tenga lugar el día 15 de ese mes, avisando al Sr. Arquitecto Provincial para que venga a presenciarla, que actúe una banda de música para dar realce a la fiesta durante dos días que ha de durar el festejo y se eleve al Sr. Gobernador Civil de la Provincia la oportuna autorización para dar muerte al torete, y que la carne se distribuya entre los vecinos, haciéndose una función nocturna de fuegos artificiales, cargando los gastos a los fondos municipales, viéndose al final del acta las firmas del Sr. Alcalde, los cinco Concejales y el Secretario.

En la prensa apareció la noticia de la inauguración, y así se ve en el periódico El Globo en su edición del viernes 14 de agosto de 1885 que inserta una noticia en la que se informa de que se inaugurará el día 15 del corriente mes la traída de aguas, que se muestra seguidamente.

noticia


También apareció en el periódico La República, en el número del sábado día 15 de agosto.

En la sesión del 16 de agosto de ese mismo año, se trató de la negativa del Sr. Gobernador a la celebración del festejo taurino con vacas y matar el torete que se había designado para la inauguración de la obra de las aguas de Robledo y se dejase para la festividad de Nuestra Señora del Rosario, en que se matará si se levanta la prohibición impuesta por dicha autoridad, prohibición debida a la existencia de una epidemia de cólera padecida en España y que afectó a Madrid.
Esa epidemia se ve reflejada en la prensa de entonces y afectó prácticamente a toda España, siendo la zona de Levante la que sufrió más gravemente sus efectos, pero también llegó a Madrid, aunque en esta zona el efecto fue más leve, y en el periódico el Imparcial de edición día 20 de junio de 1885 consta la noticia de que los primeros casos calificados de cólera en Madrid fueron en el cuartel de la calle del Duque de Alba, y en otros periódicos se daba también la noticia y hubo hasta revuelo en el Congreso de los Diputados por el asunto de la declaración de epidemia, y siendo leve la incidencia de la enfermedad, en la publicación La República del día 8 de agosto de ese año, se dice que "hasta ahora en Madrid muere, por término medio, el 70 por 100 de los atacados del cólera", pero veamos lo publicado por La República del 25 de julio de 1885 :

noticia


A lo largo de los tiempos, siempre ha habido gente incivil que se dedica a destruir, deteriorar o arruinar aquellas cosas que están puestas con el ánimo de embellecer, adornar o decorar lugares o mobiliario público, y en esas fechas ya los había, aunque parece ser que era por animadversión a la persona mencionada en la lápida, Ángel González Solís, en opinión de algunos mayores, pues en el acta de la sesión habida el día trece de septiembre de mil ochocientos ochenta y cinco se lee que ya constaba á la Corporacion que la lápida colocada en el arbol de la nueva fuente, habia sido deteriorada por la picadura que en ella habia hecho algun malintencionado, del nombre de Don Angel Gonzalez, de cuyo hecho se habia instruido por el Juzgado las oportunas diligencias criminales. Que toda vez á que el nombre del Don Angel Gonzalez acordó la Corporación grabase alli por haber sido el iniciador del pensamiento para la realizacion de la obra de la fuente y peremne remolcador para su ejecucion, procedia colocar otra nueva con la inscripcion exactamente igual que estaba. Los Señores del Ayuntamiento enterados de lo espuesto por su presidente acuerdan se efectúe cuanto propone, con la mayor urgencia.

En esa sesión también acordaron que como complemento de la obra de la fuente había que construir un lavadero como medio de utilizarse las aguas sobrantes, y que se proceda a celebrar la oportuna subasta de las obras de mampostería del mismo, redactándose el oportuno pliego de condiciones.
La lápida fue hecha de nuevo y colocada en la fuente, y a lo largo de los años se ha visto deteriorada en distintas ocasiones, así como la desaparición de una piña de hierro que coronaba el frontis, y seguidamente se muestra la placa en su estado actual.

lápida actual


Continuando con la obra de la traída de aguas de Robledo, en el acta de la sesión celebrada el día veintisiete de septiembre de ese mismo año, se trató sobre ese tema y se puede leer : Tambien se les dió cuenta de haberse recibido una certificacion del Sr. Arquitecto Provincial, para que se entreguen al Contratista de las obras de la fuente, a cuenta de las mismas, trece mil pesetas, y en su virtud acuerdan se le entreguen, activando con tal motivo el cobro de cuantos descubiertos hay pendientes á favor del Municipio.
Y es en el acta de la sesión del 11 de octubre de 1885 donde después de tratados varios temas, se hace constar que se acordó pagar al contratista de las obras, D. Víctor Santos, el importe correspondiente a la certificación y la liquidación practicada por el Sr. Arquitecto provincial.

De cuando en 1884 era responsable de la Depositaría del Municipio Basilio Sanz Esteban, se ha encontrado un documento que conservaba su hijo Basilio Sanz González en el que consta la "Liquidación que se forma a Basilio Sanz, cobrador de propios", en el que aparecen cuentas de varios años, desde 1883 hasta 1886, y en una de ellas se ve que se pagó a Julián Berrocal en fecha 30 de junio de 1884 la cantidad de 17,77 pesetas para el replanteo de la traída de aguas, y no puede ser otra que la traída de aguas desde el Robledo hasta el pueblo, ya que era la única obra pública relativa al agua en esas fechas.

La zona del Robledo es un lugar en el que se ve agua por muchos sitios, y en la parte alta es donde nace el arroyo Grande que es conocido también como arroyo de la Villa de Fuentidueña. Fue el lugar elegido para realizar las obras de captación de agua para llevar al pueblo, y es una obra con una buena red de pozos, conexiones entre ellos, arquetas a las que se lleva el agua y una principal desde la que va hasta un depósito que tiene a su salida una llave de paso, seguida de una conducción hasta el pueblo con 7 arquetas, colocadas a una cierta distancia unas de otras, y antes de llegar a la fuente Nueva o de los Cuatro Caños, hay otra arqueta cercana a donde hoy día está el depósito de Juncarejo del Canal de Isabel II.
Seguidamente se puede ver en las fotos que siguen, a la izquierda el tubo de hierro protegido por losas de piedra que tapan la atarjea, antes de llegar al depósito, y a la derecha la arqueta principal que recoge las aguas de las otras y desde ésta van al depósito de esa zona de Robledo.

tubo de hierro arqueta principal

Los que recorren la zona en busca de plantas o lugares excepcionales, pudiendo ver manzanos silvestres, hermosos endrinales y áreas con espléndidos helechos, esas personas han sido testigos de la gran obra que hicieron los antepasados para conseguir agua, y más los que hemos pateado últimamente por esos parajes cuando se realizó el trabajo que dio como fruto la publicación de Recursos Patrimoniales de Moralzarzal, como inventario de los recursos naturales del pueblo, y fuimos conscientes de que había que recuperar fuentes y manantiales, y esta zona de Robledo fue muy importante, limpiando de zarzas algunos elementos que estaban tapados y retirando raíces de manantiales y conducciones, con lo que se vio la magnitud de dicha obra.

A continuación se muestra dos fotos y en la de la izquierda se ve la parte interior del depósito con el agua que sale del tubo que viene de la arqueta principal, y a la derecha se ve la llave de paso que hay a la salida del depósito de Robledo, debajo del tubo de desagüe que se ve con bastante claridad, y desde donde sigue el agua hasta la fuente de los Cuatro Caños pasando por siete arquetas.

depósito llave de paso

Los problemas surgen cuando no se desea, y ya hemos visto los habidos a lo largo de los años que duraron las obras de realización de esta gran obra de traída de agua desde Robledo, y una vez acabados los trabajos, se manifestaron otros problemas, pues la conducción perdía agua, pudiéndose ver en actas del Ayuntamiento como la de la sesión del día 18 de junio de 1899, reunión en la que se trató de la reparación de las cañerías y arquetas, y en la del día primero de julio de esa mismo año se trató de la limpieza de arquetas y depósito.
El agua de la fuente Vieja, además de abastecer al pueblo, parte correspondía a Julián de Fuentes, persona que hizo la obra de recogida de aguas del manantial que hay cercano a la Peñota, y luego los derechos pasaron a sus herederos y a los propietarios del prado Mesón y de la huerta, la que dio nombre a la calle de la Huerta, y esa huerta, en los años finales del siglo XIX, pertenecía al ganadero Vicente Martínez, de modo que un heredero suyo, Juan Pablo Fernández, yerno del ganadero, como copropietario del agua fue informado por el Ayuntamiento sobre el arreglo de tuberías con el objeto de evitar derrames y pérdidas, corriendo con los gastos a medias entre los copropietarios, el Sr. Fernández y el Ayuntamiento.
Hay que tener en cuenta que en el acta se menciona fuente Vieja, pero en esa fecha ya vertían agua al pilón de los Cuatro Caños los caños tanto de la fuente Vieja como de la fuente Nueva, y el agua se repartía entre los copropietarios.

Hubo una reunión en la que se acordó la adquisición de 12 pilas para 12 arquetas, con un hueco, expresado en metros, de 0,80 x 0,80 x 0,60 y dimensiones exteriores de 1,12 de latitud, 1,12 de longitud y 0,90 metros de altura, por 100 pesetas de saca y para construir en la Ladera de Matarrubia, al lado del Robledo, encargándose esas pilas al gremio de sacadores de piedra del pueblo.
Y seguidamente se muestra una de las arquetas que se encuentran en la Ladera de Matarrubia cerca del camino forestal que lleva hasta el alto del Telégrafo, siendo ésta la segunda de las arquetas que hay desde el depósito hasta el pueblo, y que está junto al prado Ensancho del Robledo.

una arqueta


Existe un documento en el Archivo Municipal encabezado con : Contrato que verifica el Ayunt.to de esta villa y Junta municipal con los sacadores vecinos de esta localidad para la hechura de doce pilas para las arquetas de la fuente pública.
Empieza diciendo la fecha, 2 de septiembre de 1899, y que reunidos en la Casa Consistorial el Ayuntamiento con la Junta municipal de asociados, y en virtud de lo acordado ese día y en reuniones anteriores, se procedió a fijar las condiciones que han de servir de base para la construcción de las doce pilas para arreglar las arquetas de la conducción de traída de aguas de Robledo, y discutido el asunto quedó establecido que los representantes de la Corporación municipal han observado que la mala construcción de las arquetas hace que viertan agua y haya que reformarlas continuamente siendo perjudicial tanto para los fondos municipales como para el abastecimiento de aguas a los vecinos por la cantidad de agua que se pierde, decidiendo que cada arqueta la constituya una pila de piedra de una pieza, desde la entrada del tubo hasta su salida, con lo que no se perderá líquido y se asegura el caudal de agua que producen sus manantiales que es lo suficientemente abundante como para abastecer al pueblo con holgura.
Dado que no es una obra nueva sino compostura de una ya construida, es competencia exclusiva del Ayuntamiento sujeta únicamente a la Ley Municipal, no necesitando la aprobación del Gobierno.
Se decide también que para llevar a efecto la construcción de las pilas no es conveniente la subasta, en razón al mal resultado que ofrecía la ejecución de los trabajos por contrata, puesto que el contratista buscaba su beneficio ejecutando el trabajo al menor coste posible, en perjuicio del que paga, y otra razón muy poderosa que considera la Corporación es que la subasta sería un gran perjuicio para la clase trabajadora de la agrupación de sacadores de piedra del pueblo que actualmente está falto de trabajo, de manera que esta solución podía remediar la situación de varias familias del pueblo con la distribución equitativa de ese trabajo.
Sentadas estas consideraciones, quedó determinado que la construcción de las pilas se contrataría con los vecinos sacadores de piedra y que sean ellos los se distribuyan el trabajo en la forma que mejor les convenga, pero el Ayuntamiento puso las condiciones para la ejecución de ese trabajo, viéndose en el contrato que eran estas :
Cada pila consistirá en un cuadrado de piedra sillería que deberá sacarse á ser posible en el sitio de Robledo, de un metro doce centímetros de longitud por uno doce de latitud y noventa centímetros de altura, sacadas bien a escuadra y de la forma llamada exenta, apiconándola con arreglo á arte; hecho este cuadro se abrirá en su centro el vaciado de la pila que habrá de tener ochenta centímetros de longitud por ochenta de latitud y sesenta de profundidad, también á escuadra, bien apiconada con arreglo á arte y sin roturas ni imperfecciones de ninguna clase.
El precio que se fija para cada una de estas pilas, es el de cien pesetas que se pagarán en dos plazos iguales; el primero cuando el sacador tenga cortado el canto que haya de servir de base para la pila, y el segundo cuando ésta haya sido recibido como buena en el sitio donde haya de ser colocada, siendo de cuenta del sacador también hacer los canales que una vez colocadas las pilas en su sitio han de ser necesarios para enchufe de los tubos.
Fijadas las condiciones, compareció ante el Ayuntamiento una comisión de canteros compuesta de los vecinos Pablo Balandín Solís, Pablo González Sanz y Saturnino Estévez Balandín representando a los demás vecinos sacadores, manifestando que se comprometen a sacar las doce pilas que el Ayuntamiento necesita en la forma estipulada antedicha, obligándose a repartir este trabajo entre los vecinos sacadores en la forma acostumbrada entre el gremio sin que se haga distinción alguna de si alguno pertenece o no a dicho gremio, para dar cumplimiento a la idea que en este asunto anima a los representantes del Municipio de dar en lo posible trabajo al mayor número de vecinos necesitados, y debiendo darse por terminado la saca de las pilas en el término de cuarenta y cinco días contados desde hoy.
A continuación se muestra parte del acta en la que se puede leer lo relativo a la comparecencia de la comisión de sacadores de piedra del pueblo.

parte del acta


Se firmó este documento ese día dos de septiembre de 1899 y se ven las firmas del alcalde Ramón González y de los concejales, Justo Balandín, Patricio Mayoral, Miguel González, Juan González, Pascual Domínguez, Claudio Segovia y Cosme Prados y las de los miembros de la comisión de canteros Pablo Balandín, Pablo González y Saturnino Estévez junto con la del secretario del Ayuntamiento Maximino Sánchez Oñoro.
Hubo más problemas en las conducciones y se ve en el acta de la sesión celebrada en la Casa Consistorial de fecha doce de agosto de 1899 que se trató de la reparación de algunos tramos de tubería, y que se habían recibido tres presupuestos para las tuberías, presentados por Luis Sanz, de la plaza del Progreso nº 4 de Madrid a 25 pesetas con 26 céntimos el metro, otra por Laureano Ortiz de Zárate de la calle Toledo nº 44 de Madrid a 5 pesetas con 20 céntimos el metro y Félix Lobato de la calle de Alcalá nº 8 a 6 pesetas con 36 céntimos el metro, y se eligió el de Ortiz de Zárate por ser el más económico. En el acta de la junta del día 26 de ese mismo mes, se trató de la rebaja de un 2% de los setecientos metros de tubería de Ortiz de Zárate y puestos en la estación de Villalba.
Durante los trabajos de saca de las pilas hubo algún problema y se vieron afectados los sacadores Manuel González y Máximo Sastre, a los que se indemniza ya que se les había inutilizado por dos veces una pila de las contratadas por el Ayuntamiento, dándoles 75 pesetas que se incluirán en el capítulo de compostura de fuentes, que se ve en el acta de la sesión del día 14 de octubre de 1899.

En el acta de la sesión del Ayuntamiento de 16 de agosto de 1914 se puede leer que se toma muestra, en tres botellas, de agua de tres fuentes públicas para análisis con motivo de un control sanitario, de la fuente Nueva cuyas aguas vienen del Robledo, de Fuente Vieja y la de la Salud, y se ve que la del agua que viene de Robledo tiene una producción de 122.688 litros al día, cifra muy considerable ya que da por habitante y día 155,46 litros, siendo 810 los habitantes del pueblo según el último censo aprobado en esa época, y sumando las de las otras dos fuentes da 177,23 litros por habitante y día.

Gran impulsor de esta extraordinaria obra fue D. Ángel González Solís, un eminente hombre de nuestro pueblo que fue secretario del Ayuntamiento, notario y alcalde, gran amante de su pueblo y se esforzaba por mejorar su patria chica, quedando en su recuerdo la placa de mármol en el frontispicio que se halla en la fuente Nueva o de los Cuatro Caños. Este prohombre de nuestro pueblo nació en marzo de 1826 y en este sitio web tiene dedicado un apartado titulado "Notario de Moralzarzal".

Hay que recordar que esta extraordinaria obra comenzó con la aprobación de un presupuesto siendo alcalde Toribio Berrocal Ramírez, y se continuó con los trabajos siendo alcalde Victoriano González Rubio, siguiendo con su sucesor Antolín González Sepúlveda, después Alejo Antonio Maya González y siguió Casto Guerra Balandín que le relevó en la Alcaldía, finalizando con la inauguración el 15 de agosto de 1885 siendo el alcalde Pascual Domínguez González.

Líneas arriba, cuando se habla de la publicación de Recursos Patrimoniales de Moralzarzal, se ha mencionado los trabajos de limpieza hechos en fuentes y manantiales con objeto de recuperarlos, y en el mes de marzo de 2019 se ha visto el resultado en la fuente de los Cuatro Caños, a donde ya llega el agua de los manantiales de Robledo, y para dar testimonio se muestra la foto siguiente.

caños soltando agua


Y esta parte de la historia de Moralzarzal se presenta a los lectores de esta web como una gran obra de la importancia que es y que contibuyó al desarrollo de nuestro pueblo, con el extraordinario beneficio que dio a sus vecinos.

bibliografía : Archivo Municipal de Moralzarzal - legajos 32, 35, 51, 54, 79.1 y 112


© 2006 - Antonio López Hurtado